Monday 22 July 2013

CONDUCIR POR LA IZQUIERDA

Conducir por la izquierda en Inglaterra es una experiencia inolvidable equiparable a tirarte por primera vez en patines por una cuesta sin tener un control absoluto sobre lo que está pasando.

Nosotros alquilamos un coche para ir desde York hasta Edimburgo. La diferencia económica era determinante para tomar esta decisión. Si íbamos en coche pagábamos 20 pounds, pero si cogíamos el tren la cantidad ascendía a 280 pounds. Ahora eso si, la mínima rozadura o arañazo suponía un coste de 600 pounds. A pesar de todo, decidimos correr ese riesgo.

Salimos a las ocho de la mañana de York con un Chevrolet manual gasolina mini class A - aquí el Diesel es más caro que la gasolina- y pusimos el Tomtom en marcha para no perdernos. La gracia de llevar el Tomtom costaba 11 pounds, pero mereció mucho la pena ya que nada más salir con los nervios tomamos la dirección equivocada.

Al principio sientes una extraña sensación porque no tienes a tu copiloto a tu derecha, sino a la izquierda y eso hace que vayas tensa pensando si vas bien centrada en el carril. Esta sensación a mi me duró un par de minutos porque enseguida empiezas a ser consciente de que lo realmente difícil viene cuando se trata de meter las marchas con la mano izquierda. Yo iba en cuarta cuando Pipi me dijo: "ten cuidado, porque debajo de la quinta está marcha atrás". Evidentemente no vas a meter marcha atrás, pero la sola existencia de tal posibilidad hace que las pulsaciones de tu corazón dupliquen su velocidad. Respecto a las glorietas, no hubo ningún problema. El hecho de montar en bici todos los días ha hecho que estemos acostumbrados tanto a glorietas como a cruces, intersecciones, semáforos, etc. Pero si nunca has montado en bici puede que la cosa se complique bastante.

En mi opinión, una vez te acostumbras, las glorietas son mucho más simples que en España. Hay montones de ellas por todas partes, muchas más que semáforos, y regulan el tráfico estupendamente. Lo que si cabe llamar la atención aquí, es que apenas hay pasos de peatones. Te tienes que jugar la vida, y los coches tienen el deber de respetártela.

En resumen, es una experiencia que conlleva sus riesgos y que es agotadora porque pasas las primeras horas con mucha tensión pero tras ocho horas conduciendo una le pierde el respeto a todo y  merece la pena ir  disfrutando de los maravillosos paisajes que nos brinda del norte de Inglaterra.

1 comment:

  1. Me alegra que te vayas acostumbrando, ya que no solo es el cambio de cultura, gastronomía, clima etc....es que estos inglesitos conducen que parece que quieren llevar la contraria a todo el mundo:). Efectivamente lo de la bici ayuda y mucho, es como la gente que monta en moto, para mí un motero conduce un turismo mejor que uno que no lo es, simplemente por que ve las cosas de otra forma.

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