Dicen que los comienzos
siempre fueron difíciles, pero cuánto dura un comienzo? Yo no lo tengo claro todavía.
Tengo la extraña sensación de comenzar una y otra vez, de subir y bajar, de nadar
y nadar en medio del océano sin llegar a ver nunca tierra firme. Para cuando un poco de tranquilidad? Acaso la
tranquilidad nunca llega? Me asaltan demasiadas dudas al respecto.
Llegue aquí con
la ilusión de encontrar trabajo, conseguir independencia económica, una casa
que me permitiese vivir tranquila y entretanto poder consolidar un idioma.
Encontrar trabajo me resulta relativamente sencillo, salgo de uno y consigo
otro. Pero quizás sea demasiado exquisita al pensar que no cualquier trabajo me
vale. A veces hablando con la gente me da la sensación de que por ser
inmigrantes tenemos que aceptar lo primero que se nos ofrezca aunque las
condiciones consistan en jornadas interminables con condiciones durísimas. Yo
en mi último trabajo tuve suerte, me pagaban bastante bien, me respetaban como
trabajadora, tenía buenas condiciones laborales, parecía increíble que me
hubieran cogido a mí. Sin embargo, tras 6 días trabajando con ellos lo he
dejado. No era para mí. Y es que cuando uno comienza un trabajo, es cierto que
los supervisores le eligen a uno, pero el trabajador/a también tiene que elegir
querer estar en ese trabajo, sino la relación laboral no marcha bien. He de
decir que no todo es malo, llevo más de un año viviendo aquí y he conocido a
gente fabulosa, he vivido todo tipo de experiencias (y las que me quedan) y he
trabajado en los sitios más pintorescos. Quien me iba a decir a mí que la vida
me deparaba algo así de apasionante. Hoy hecho la vista atrás y me enorgullezco
de la cantidad de cosas que he aprendido, de ser una persona más formada, más
tolerante, más viajada, con más tablas y tan llorica como siempre.
Afortunadamente
tengo muchos motivos por los que sonreír, mucha gente a la que dar las gracias aquí
y en España. Muchxs conocidxs que ya no están en mi día a día pero que en su día
fueron grandes amigxs y que al acordarme de ellos/as me provocan la más tierna
de las sonrisas. Muchas gracias por hacerme sonreír de la forma más sencilla a
todxs aquellos que sin saberlo seguís formando parte de mis recuerdos diarios y
me ayudáis a divertirme en la montana rusa de mi vida.
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